Tiwanaku no siempre fue Tiwanaku, pero a decir verdad, como los habitantes de esta antigua ciudad no desarrollaron un sistema de escritura, nunca vamos a saber su verdadero nombre.
Es por esto que hay varias versiones de este nombre; una de ellas dice que viene del término Aymara, que se le otorgó después, «taypiqala» que significa «piedra en el medio». Otra versión cuenta que cuando llegaron los coloniazadores y descubrieron esa ciudad abandonada, llamaron a un nativo (inca) para preguntarle cual era el nombre de la ciudad, a lo que el pobre indígena, sin entender un soto lo que le preguntaban, sólo pudo repetir «Thia Wañacu» que significa «ribera seca».
Desde antes de llegar ya sabíamos que nos íbamos a encontrar con una de las ruinas más importantes que visitaríamos en, probablemente, nuestra vida entera.
Tiwanaku es ese nene inteligente que se sienta adelante del todo, pero nadie vé realmente ni lo toman en serio, pero que si un día te decidís a sentarte al lado y hablar con el, te das cuenta que tiene mucho para enseñar.
Pero empecemos con las formalidades.
COSTO Y SITUACIÓN
La entrada a Tiwanaku nos resultó un poco mas cara de lo deseable. No estamos en contra de que se le cobre un poco más barato a los locales en este tipo de cosas, como sean museos, exposiciones, ruinas, y todo lo que contribuya a la cultura local, pero en el caso de Tiwanaku la cosa se les fue un poquito de las manos.
Entrada a los locales – 15 bolivianos
Entrada a estudiantes locales – 5 bolivianos
Extranjeros – 100 bolivianos
No, no leíste mal, el extranjero debe pagar casi 7 veces más el precio de un local. Y si no nos crees, te dejamos la foto que estaba pegada al lado de boletería.
Dolió en el alma, pero realmente queríamos entrar.
Una vez superada la pérdida de los 100 bolivianos, y habiendo pagado a la persona de boletería, nos van a dar una entrada que vale para 4 sectores, ellos son:
- Museo Lítico
- Museo cerámico
- Puma Punku
- Kalasasaya
El área de Kalasasaya cubre a su vez varios lugares para visitar, siendo los más emblemáticos:
- La Pirámide de Akapana
- Kantatallita
- Templete Semisubterráneo
- Templo de Kalasasaya (Puerta del Sol)
- Templo de Putuni
- Puerta de la Luna
Cada vez que visitas un lugar, le van a hacer un agujerito a tu entrada, en el lugar correspondiente, es decir, donde dice el nombre del lugar que estas visitando (así que solo podés visitar una vez cada lugar, y no trates de hacerte el vivo porque el agujerito va a estar ahí, inclemente, delatándote).
Visitar todo el parque y los museos puede llevarte unas 3 horas a paso lento, y sacando fotos.
Una vez entras en las ruinas, y acá viene la mejor parte, tenés LIBRE ALBEDRÍO, es decir, podes caminarles al lado, a veces hasta encima, podés tocarlas, sacar fotos, lo que quieras.
Solamente tenés que respetar que en algunas partes hay unas cuerdas que impiden meterte «dentro» de la ruina misma, como es el caso de La Puerta del Sol y algunas cosas más.
Pero en general, nos impresionó bastante, y para bien, el hecho de que estábamos casi solos en las ruinas, y que de hecho podíamos tocarlas, pasar por encima, etc.
Claro, sabemos que esto a la larga se va a terminar o puede devenir en problemas, porque tener tanta libertad implica un desgaste más rápido de las piedras, y siempre está el peligro de que alguien se lleve un pedazo de ruina (porque prácticamente no hay seguridad).
Así que, si son gente respetuosa, aprovechen mientras puedan y vayan antes que esto cambie.
¿Y POR QUÉ SON TAN IMPORTANTES ESTOS PEDAZOS DE PIEDRA?
Mientras mucha gente delira con Machu Picchu, nosotros nos atreveríamos a desafiar ese delirio, diciendo que sus vecinas Bolivianas, las ruinas de Tiwanaku, son todavía más impresionantes que estas construcciones incaicas tan cliché en cualquier viaje a Perú.
A ver, vamos a intentar explicar un poco nuestra moción.
Siguiendo con el ejemplo de Machu Picchu (y sin desprestigiar su mérito), mientras que esta ciudad fue construida alrededor del 1450 D.C., Tiwanaku fue construida más de 3000 años atrás, es decir, como en el 1000 y pico antes de Cristo.
Por si eso fuera poco, los vestigios que aún permanecen a día de hoy, denotan la construcción de pirámides (con todo el trabajo que eso implica, ya lo sabemos por los egipcios) y viviendas con cuartos separados, asientos, puertas, etc.
Además, tallaban decorados representando dioses, animales, y demás aspectos importantes en su cultura. Si bien no es esta la parte más sorprendente, es digna de mención.
Pero lo más misterioso a día de hoy, que de hecho, continúa siendo una incógnita para los historiadores y científicos (por más teorías no probadas que haya en la vuelta) es el método de realización de ciertos tallados en piedra, 3000 años atrás.
Hay tallados que hasta serían complejos de realizar a día de hoy, con nuestra tecnología, entonces ¿cómo pudo, una civilización tan antigua, realizar esos cortes quirúrgicos en cientos de piedras?
Las famosas «H» son un claro ejemplo del tallado tan perfecto y recto que los habitantes de Tiwanaku fueron capaces de realizar.
Y otro, quizás todavía más misterioso si cabe, es el de estas incisiones en piedra, con canales dentro.
De hecho, las rocas que se utilizaron para construir lugares como Puma Punku, están cortadas en formas geométricas que encajan perfectamente entre sí, y en muchos casos, de forma tan exacta que no es posible siquiera colocar una hoja de afeitar entre medio de las piedras.
Tomar en cuenta que este tipo de construcciones requieren grandes conocimientos geográficos y de cálculo (más allá de una avanzada técnica de cortado para la cual se necesitarían instrumentos imposibles en esa época) de parte de una civilización que, en teoría, no tenía siquiera un método de escritura ni conocían la existencia de la rueda.
Hace un tiempo, mientras se estudiaban los restos de Tiwanaku, se descubrió que utilizaban estacas de metal para mantener unidas algunas piedras, lo que aumenta todavía más el misterio porque, si fueron capaces de moldear el metal en una forma de «clavo» gigante… ¿significa que tenían hornos de fundición? Y además, ¿los conocimientos necesarios para hacerlo?¿3000 años antes?
Por si esto fuera poco, tampoco es posible explicarse cómo le hacían para mover semejantes piedras, ya que según se cree, las rocas se traían desde algún lugar cercano a las orillas del Titicaca, es decir que algunas piedras llegaron a moverse hasta 300 kms para llevarlas a donde se levantan ahora, con formas de dioses o esplendorosas puertas talladas.
Ah, olvidé mencionar que muchas de esas piedras pesan más de 100 toneladas… detalle.
CARAS DE TODO TIPO, FORMA Y COLOR
Y ya que estamos sumando y sumando incógnitas sin respuestas, acá les dejó otra: ¿cómo se explicaría, que un pueblo que no abarcó demasiado territorio, conozca distintos tipos de rasgos faciales.
Las misteriosas caras talladas en piedra, son otra parte del misterio; dejenme que los ponga en contexto.
Hace 3000 años atrás, los españoles todavía no habían llegado a América. Esto significa que las únicas poblaciones que habían, en aquella época, mantenían los rasgos indígenas, es decir, personas de rasgos andinos, sin barba.
Pues bien, basándonos en eso, el misterio de estas caras talladas en piedra (que además son muchas) no reside únicamente en la técnica de tallado, sino en el origen del conocimiento, por parte de los habitantes de Tiwanaku, del hombre blanco, el hombre negro, y demás razas representadas en estos rostros de piedra.
Y es que no hay que ser muy observador para darnos cuenta que hay rostros representativos de todas las razas que conocemos hoy en día. Incluso hay caras con barba, siendo que, como mencioné antes, los habitantes de América antes de la colonización, no tenían barba.
Y para más INRI, uno de estos rostros pareciera presentar los típicos rasgos que hoy día atribuimos a al alienígena promedio, ese chimuelo de carita blanca y alargada con unos ojazos almendrados y enormes.
¿Y POR QUÉ NINGÚN TIWANAKENSE EXPLICÓ NADA?
Ahi está la cosa, cuando el señor Colón llegó a América, ya no quedaba ni rastro de los habitantes de Tiwanaku.
Se tuvieron que conformar con la explicación de algunos incas que le decían que esa ciudad estaba allí desde siempre, y que fue construída por los dioses.
A día de hoy, no se sabe qué fue de la vida de los habitantes de Tiwanaku, que desaparecieron de golpe y porrazo y sin dejar rastro alguno.
De hecho, desaparecieron dejándo tras de sí más incógnitas que respuestas, incógnitas que ni a día de hoy con toda nuestra tecnología y conocimiento podemos explicar ni representar con igual perfección.
Por esto, Tiwanaku es a día de hoy, uno de los grandes misterios sin resolver que ponen en duda muchas teorías sobre la historia de la humanidad.
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