Ni el Rey León te preparó para esto: Los vendedores de Nairobi
Cuando el sonido de las motos empezaba a predominar por sobre el canto de los pájaros dejamos aquel hotelito con el baño del terror. Por suerte la cama no guardaba relación alguna con el resto de las instalaciones y nos brindó una buena noche de descanso, necesaria luego de las 14 horas en el…