Entre cogotes largos y el Señor de Sipán
LA SOLIDARIDAD AL PASO La ruta ardía bajo el inclemente sol de verano, y el cemento no ayudaba a la causa. Estábamos caminando, ahorrando el agua mientras buscábamos un buen lugar para hacer dedo, cuando escuchamos una voz que desde la vereda del frente nos llamaba «¡chamos!». No nos dimos por aludidos sino hasta…